top of page

El trabajo como psicoterapeuta se caracteriza por una actitud particular hacia el paciente, centrada fundamentalmente en la escucha y el respeto. El oído del terapeuta es un oído "entrenado" en captar no sólo aquello que el paciente dice, sino también lo que no dice pero intenta decir. El respeto implica un acompañamiento desde lo que el paciente es -evitando la imposición de un estilo de vida, los consejos, las directrices...etc- siguiendo el ritmo psicológico de la persona de manera que, por ejemplo, no forcemos al paciente a un ritmo concreto de asimilación y elaboración, o a tratar temas de los que no puede hablar aún.

 

La palabra será el vehículo mediante el cual intentaremos que el paciente exprese y despliegue su problemática. Este "decir" a menudo se ve coartado por el razonamiento, las defensas, el pensamiento. De ahí que la clave del modo de trabajar sea la llamada "regla fundamental" que consiste en invitar al paciente a que diga -sin reservas-todo aquello que pase por su mente, como si se tratara de describir el paisaje que contemplamos al viajar en un tren a toda velocidad. Esto requiere la suspensión de todo juicio o valoración por parte del terapeuta, que debe crear un espacio donde el paciente se sienta cómodo para decir y se sienta aceptado.

 

El psicoterapeuta es una persona que se ha formado no sólo a nivel teórico-práctico sino también mediante su propia terapia. Con el conocimiento continuo sobre su forma de ser evita poner en el paciente aquello que no es suyo,  con el objetivo de no perjudicarle, sugestionarle o dirigirle. Además se sirve de las supervisiones constantes con un profesional experimentado en la clínica, lo que pone un corte entre el terapeuta y el paciente, con el fin ético de no abusar de su posición respecto al paciente.

 

La relación terapeútica es el punto clave para que un tratamiento se dé. Podemos decir que no existe terapia sin un paciente que precise nuestra presencia, así como tampoco existe terapia sin una relación entre ambos, por lo que debe darse cierta conexión entre el paciente y el terapeuta. Sin embargo, esta relación presenta unas características particulares. Es una relación concreta que ocurre en el aquí y el ahora del espacio de la sesión.

 

 

 

 

Qué implica ser psicoterapeuta

bottom of page