Alexandra Martín

La psicoterapia implica un modo particular de entender la terapia y la psique. Desde ella se puede trabajar en uno o varios temas, de una manera más focalizada. Considera al ser humano desde su individualidad, por lo que la terapia siempre se ajusta a cada paciente. Al terapeuta le interesa conocer la historia de vida de cada sujeto -siempre diferentes unas de otras-  y el modo de ser del mismo, con su propia problemática.

 

Ofrece un espacio al paciente donde poder ser él mismo, donde poder escuchar aquellas cuestiones que le hacen ser quien es y le conducen a un modo de actuar, de pensar, de sentir. Es un espacio para intentar entender qué ocurre en su vida y por qué. Para entender el porqué, el pasado del paciente supone una referencia a la que acudir, aunque centrada en un momento presente y con vistas al futuro. El terapeuta escucha y devuelve en forma de preguntas, de señalamientos, de interpretaciones, aunque es el paciente el que marca el ritmo de trabajo. Se considera que el respeto hacia el paciente es un punto fundamental. No todas las personas podemos trabajar bajo ciertos esquemas, o sobre ciertos temas en algunos momentos concretos, o no creemos en que seguir una serie de consejos nos vaya ayudar en algo. Desde este punto de vista, la psicoterapia es una herramienta de trabajo distinta a la psicología conductista, cognitiva, la humanista o la gestalt -por poner algunos ejemplos.

 

Esta perspectiva fue la primera en considerar aspectos de la vida cotidiana que pueden estar generando un sufrimiento y que conviene que sean tratados. Entre estos aspectos podemos destacar la repetición -de modos de actuar, de defensas ante ciertas circunstancias, de encontrar dificultades a la hora de relacionarse con el otro sexo o con los iguales...etc.- el exceso de culpabilidad, los patrones obsesivos, las dificultades en el tránsito de un momento vital a otro o "crisis vitales" -como los cambios corporales que vienen con la edad, la madurez psicológica, el ser padres, el cambio en la sexualidad, el fenómeno de "nido vacío"...etc., así como todo lo concerniente a la personalidad -como un exceso de impulsividad, la dificultad para poner límites en las relaciones, la sensación de vacío o confusión...entre otras.

 

No obstante está demostrado a nivel cientifico que el inconsciente existe, y que de alguna manera puede estar dirigiendo nuestra vida. Desde esta perspectiva se nos plantea la posibilidad de ahondar en esa "zona desconocida" que sin embargo habita en todos nosotros, para entender mejor aquello que somos y que nos pasa.